viernes, 9 de noviembre de 2012

Fui yo, fueron ellos.





Epílogo del hambre, quién te acoge,
qué dolor te anida en cada entraña;
el resplandor quemado de la hazaña
sin un libro volcado que la arroje.

No llorarás lágrima que moje,
te enredarás maldito en tu cizaña,
como una piedra al pie de la montaña
antes de que el invierno desaloje.

Tú mismo eres, tú, tu despedida;
tu tímida amenaza desoída,
prostitución salvaje del silencio.

No hay cúpula del ser que en ti se yerga,
tu sombra es un terror que te posterga,
ceniza en que ya no te diferencio.

 [H&C]

No dejo de pensar que aquí...

http://www.youtube.com/watch?v=8c0ehSZP9Ws