Cuando estás conmigo eres salvaje,
como un galope henchido de sonrisas,
te infiltras en la piel de los secretos.
No sólo es envoltura tu ropaje.
Es abrigo.
Ajuar de leve musgo y artemisas.
Es fragancia nívea que arropa el universo.
Y alegras la tortura de adornarte.
Y despiertas la vida en los enseres.
A veces eres firme y retroceden.
Otras te evaporas en júbilo brillante,
y el mundo,
tu mascota,
sale a verte.
Y tú sola te dibujas
en la carne perezosa del recuerdo.
Tatuaje, mancha, soplo de pintura.
Cuando estás... pareces un invento.
Cuando no estás... eres preciosa
y pestañean todos los espejos.
No dejas salir de tu escondrijo.
La soledad se viste con tu ropa
y surca
los albores quebradizos de tu aliento
en pálidas legiones de suspiros.
Pero no sólo eres todo lo que viaja
como una marioneta evanescente.
Ni muda en la quietud de nuestra danza
consagras horizontes como esquinas.
Oscilas.
Y vuelves hacia el nudo que te atrapa.
Huyendo a mares, siempre diferente;
diferente de ti,
siempre tú misma.
Me paso días
tumbado boca arriba en tu trayecto,
tendiéndote silencios como manos.
No te veré si pasas por mi suelo
pues suelo estar de espaldas al engaño.
En tu siempre encallan nuncas en la arena,
castillos que despiertan en tus alas,
un alrededor para perdernos.
Te quedas empapada en nuestra ausencia.
Mañana volverás cuando te vayas...
Contigo, brillan los minutos en los dedos.
Contigo exageran las miradas.
Contigo
se me olvida
cómo hacer funcionar el tiempo.
[H&C]
Amarte a ti no es lo mejor, lo tengo claro.
Habiendo tantas cosas por hacer, menos traumáticas.
Como hallarle figuras a las nubes
o como ir al cine o no hacer nada.
Amarte a ti no es lo mejor, pero me gusta.
Quizá estoy jugando como siempre al masoquista.
Sabe lo que hay, maneja su rol. Mueve sus fichas a la perfección.