Toca otra vez, viejo perdedor. Haces que me sienta bien.

Cuando yo tenía en mis manos
aquel aroma a duende indestructible,
mi voz era firmeza
y el tiempo un torbellino de veranos.
Feroz como la sed de lo invisible,
gigante como el pánico al derribo,
con la delicadeza
del humo que protege lo imposible.
Cuando un rayo ilumina lo que escribo
araña un recio no cada palabra.
Quema en el alma rota
la turbia concesión de seguir vivo.
Leve como la duda que nos labra,
huidizo como el cielo de los tristes,
ayer se nos agota
y no sé pronunciar abracadabra.
El ruido se cobija en mis despistes,
laureles calcinados por un cirio,
la luna se embellece
con cada maldición que la desviste.
Recojo los efectos del delirio,
los tiendo si el espejo desespera
y todo me parece
una caricatura del martirio.
La cima ha derrotado mi escalera.
E indómita me aguarda la caída.
Tormentas encrespadas
invaden el océano que era.
Un lobo deshilacha en la salida
rastrojos de las órbitas que pierdo.
Capturas irisadas
fundieron el colapso de mi vida.
Y aún hay en las nueces que remuerdo
un sabor a miel que me sonroja,
una caracola en la ceniza
que siempre hace toser nuestro recuerdo.
Futura hecho de tiza.
No puedo resumir en una hoja
de pálidas pasiones amarillas
la niebla refulgente
que un péndulo arrogante nos arroja.
Intento esclarecer las pesadillas,
hundir en mi invasión la desmesura,
a más débil más valiente,
despojar la derrota de polillas
asido a una esperanza sin figura.

Quién pudiera reír como llora... don Roger Federer^^

[H&C]

Cada vez que el espejo de la pared... le devuelve más joven la piel... se le encienden los ojos y su niñez... vuelve a tocar junto a él...

pero siempre hay borrachos con babas que le recuerdan quién fue...

Siempre grande... por momentos... el que más...

y en una esquina del dolor, no podría estar mejor que a tu lado, campeón!

El ritmo de lo humano él lo condensa,

cofre es de aquello que la mente piensa,

donde la eternidad se guarda breve.

Si el corazón se ofrece en esa altura,

respire en esa cima la ternura,

mitíguese mi ardor sobre esa nieve.