Ya no era joven, pero era audaz

La niña de los sonrojos
jugando con la diadema
prende una mecha que quema
la yesca de nuestros ojos.
Bajando por el mercado,
donde olvidan los poetas
y pasan en bicicletas
los chicos que no ha besado,
los suyos están tan lejos
que barban el calendario
y vuelven en incensario
el vidrio de los espejos.
La niña es niña en los ojos
de jardines olvidados
sus libros emparedados
reviven de sus despojos.
Ha estado en cuevas oscuras,
le han clavado uña y espada
pero es una riada
que arrastra las piedras duras.
Está presa en un dibujo
que de su mesa robaron
y desde que la encerraron
la soledad es su lujo.
La niña no tiene miedos
pues nada le hace más daño
que la carta que año a año
se deshace entre sus dedos.
Está de vuelta a su casa,
pero su hogar es antaño
y bebe del desengaño
como río que le pasa.
No le duelen los palos
ni afean las cicatrices,
estrella entre las actrices
que enamoran a los malos.
Tiene un héroe que le abraza
y le sube en su pegaso
cuando no le hacen ni caso...
se duerme en cualquier terraza.
La sonrisa le embellece,
el llanto le glorifica
y volviéndose más chica
cada día algo más crece.
Quien no dude, que la tema...
y el que se aferre al destino...
que siempre inventa un camino...
jugando con la diadema.
[H&C]

Nada podrá con ella... mastica sus encantos... si tiene depresión, se compra unos zapatos...

Está mejor que nunca... y guarda en el armario... las cartas que escribía a aquellos Reyes Magos...

Está mejor que nunca... tú prueba a hacerle daño... y MIENTE... cuando dice...

...que sólo treintaytantos...

:)