Ya abren las puertas del metro
ya abren.
Ya se acumulan...
caras borrosas,
ojos turbios,
maletines.
Cuidamos las plantas
que marcan fronteras
a desiertos interiores.
Somos cúmulos de gestos,
incoherencias en flor,
manidos libros de poses.
Puré gris de vidas
y pasos mediocres.
En la espera...
ya brillan algunos
necios sin corbata.
Los que no importan
ya atraen las miradas.
Ya contaminan el aire
de amarga envidia y
enfermedad suicida.
En la espera...
cabezas gachas vuelven
a repasar el frío suelo,
-como cada mañana-.
Ya viene la serpiente
de su particular abismo.
Viene de la muerte
de lo oscuro..
de lejos.
Viene a comerte,
a arrancarte de ti mismo
en sus entrañas bordeadas
de mitológica ciudad.
Viene llenando el aire
de explosión metálica.
Onda que ahonda
en los cuerpos con
monótona crudeza.
Otra vez en el abismo
sonríe...
esta vez con el estómago lleno
de
puré de nada.
(S)
2 comentarios:
"Viene a comerte,
a arrancarte de ti mismo
en sus entrañas bordeadas
de mitológica ciudad."
Que fantásticos versos, sentí el apetito de la urbe (maldita eternidad de no tener tiempo),,, y los días que nos buscan en ese hambre de saciedad.
Excelente poema, un abrazo.
Me gusta bastante en general, no tanto como las últimas, pero me gusta.
La estrofa que empieza con en la espera... la primera me parece más floja que el resto; pero hay unos versos que me han gustado mucho.
Mañana te la comento in person más en profundidad. ¿Ok? ;)
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