Aquí mismo
la luz era una grieta entre nosotros y el paisaje.
¿Te acuerdas?
No era invierno
ni el calendario tenía un mes
para exhibir en mis recuerdos.
la luz era una grieta entre nosotros y el paisaje.
¿Te acuerdas?
No era invierno
ni el calendario tenía un mes
para exhibir en mis recuerdos.
Aquí mismo,
dónde ahora
mis pies no pisan más que túmulos y aire
el suelo nos guiaba de vuelta a casa como un padre.
Aquí no nos perdíamos
(No te puedes perder en el desastre)
ni la gente,
los viejos cejijuntos que pasean,
nos miraban con su cara de impostores.
No les importaba
si yo tenía medallas o era alguien.
Si yo era nadie,
ellos están locos y lo temen.
Lo temían.
Ellos temían que nos hiciésemos verdad para dolerles.
Éramos tan nuevos y tan sabios
que crecimos sin mirarnos al espejo.
Fuimos cadáveres precoces,
mártires absueltos
y tímidos intentos de adiestrarnos.
Ellos temían que nos hiciésemos verdad para dolerles.
Éramos tan nuevos y tan sabios
que crecimos sin mirarnos al espejo.
Fuimos cadáveres precoces,
mártires absueltos
y tímidos intentos de adiestrarnos.
La gente nos miraba con ternura,
con desdén,
con hipocondria,
como si nunca pudiésemos estar a solas sin tenernos.
Pasaban como moscas atigradas,
y pululaban con su zzzzmmm sobre tus ojos.
Quizá
entendían que durar iba a matarnos
aquí mismo.
Aquí mismo
existen las raíces de todo cuánto espero,
de las puertas que se infiltran en las noches
de los versos que rompieron todos
los que antes estuvieron donde estamos.
De todo lo que quedó atrapado en sus jirones.
existen las raíces de todo cuánto espero,
de las puertas que se infiltran en las noches
de los versos que rompieron todos
los que antes estuvieron donde estamos.
De todo lo que quedó atrapado en sus jirones.
Aquí mismo,
las madres dejaban a sus hijos a la puerta
de un colegio derribado.
Los trovadores mustios
recitaban su desdicha a los andamios,
las macetas colgaban de las nubes
y los novios
se paseaban de la mano o de la boca.
Aquí mismo
descansa el esqueleto disfrazado
con los huesos que nos faltan en el cuerpo.
las madres dejaban a sus hijos a la puerta
de un colegio derribado.
Los trovadores mustios
recitaban su desdicha a los andamios,
las macetas colgaban de las nubes
y los novios
se paseaban de la mano o de la boca.
Aquí mismo
descansa el esqueleto disfrazado
con los huesos que nos faltan en el cuerpo.
Aquí mismo
la vida es sangre fina que nos ata a la intemperie
y la muerte
es sólo una insomne peregrina.
la vida es sangre fina que nos ata a la intemperie
y la muerte
es sólo una insomne peregrina.
Aquí,
pero aquí mismo,
y no donde ahora enfrente
se peina con esmero esa chiquilla,
aquí mismo, y a mi lado,
pasaron las semanas como rayos.
pero aquí mismo,
y no donde ahora enfrente
se peina con esmero esa chiquilla,
aquí mismo, y a mi lado,
pasaron las semanas como rayos.
Aquí queda de nosotros
lo que otros han oído o inventado.
lo que otros han oído o inventado.
Aquí éramos y somos habitantes
de lo que nos han robado.
Aquí me amamantaste con tu huida,
me estallaron en la cara
los aviones de papel y las farolas.
Me vistieron con ladrillos.
Me enseñaron a pensar y a recorrerte.
Me enseñaron a hablar los mentirosos,
me enseñaron a andar los impacientes,
y me enseñaron a cantar los perdedores.
de lo que nos han robado.
Aquí me amamantaste con tu huida,
me estallaron en la cara
los aviones de papel y las farolas.
Me vistieron con ladrillos.
Me enseñaron a pensar y a recorrerte.
Me enseñaron a hablar los mentirosos,
me enseñaron a andar los impacientes,
y me enseñaron a cantar los perdedores.
Aquí mismo vi el sol,
el naúfrago incesante,
vi a la luna desmaquillada en tus caderas
y a las estrellas,
Orión, Virgo, Géminis, tus ojos
apagarse en la mirada de aquellos que ya olvido.
el naúfrago incesante,
vi a la luna desmaquillada en tus caderas
y a las estrellas,
Orión, Virgo, Géminis, tus ojos
apagarse en la mirada de aquellos que ya olvido.
Aquí mismo,
la ciudad nos amputó dos primaveras.
la ciudad nos amputó dos primaveras.
Aquí mismo,
y no ahí enfrente,
donde los coches se atropellan aparcando
oímos terminar el miserere encadenado.
Aquí mismo existieron tantas cosas
que las tuvieron que quitar
para que quepan ahora mismo mis palabras.
y no ahí enfrente,
donde los coches se atropellan aparcando
oímos terminar el miserere encadenado.
Aquí mismo existieron tantas cosas
que las tuvieron que quitar
para que quepan ahora mismo mis palabras.
Existieron
sin que nadie supiera cómo ni por qué habían sido ellas.
sin que nadie supiera cómo ni por qué habían sido ellas.
Aquí, mismo,
en el rincón,
acompáñame a existir si un día regresas.
en el rincón,
acompáñame a existir si un día regresas.
[H&C]
Siempre vuelvo a vomitar.
Y mi casa vuelve a arder... con todos mis trastos dentro, todos mis recuerdos, todas mis ilusiones... toda mi vida... vacía de sensaciones...
y aquí se está cayendo el cielo y no tengo a dónde ir... me duermo en cada esquina... ¡están hechas para mí!...
Ahora no te reconozco... no me acuerdo... no sé...
Lo siento. No puedo recordarlo todo.
4 comentarios:
A mi me gusta bastante esta.. es muy yo..
De todos modos por ponerle defectos
(que se que te mola).. es demasiado larga para mi.. creo que te quedan mucho mejor las poesías de menor longitud... rollo sonetos.. macho con lo que me molan tus sonetos y hace la ostia que no escribes uno!
Y estaría bien que escribieses una canción.. o once vamos... xD
Tampoco me gusta el final por cierto... pero creo que llego cansado asi que no se que decirte... demasiadas sensaciones ^^
De todas formas me gusta bastante :D
¡Abusón!
bah bah bah! el lo aguanta bien ^^
Cuando no le gustan las mías hago lo mismo!
Enhorabuena por lo del matrimonio y eso por cierto!
algo extensa pero como sea
es un deleite leerte
saludos
,,,
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