martes, 28 de septiembre de 2010

Pero no sé dónde estás... ni en qué árbol, ni en qué rama...


Hay un taxi parado en esos ojos

del barrio céntrico de Nunca Jamás.


Los carteles van acercando

destinos

al estómago,

las flechas inagotables

en dirección contraria

desaparecen

cuando señalan

el sol de mi ciudad

y el olor

a neumático triste,

temblando en los arcenes,

inunda la llegada por llegar.


El conductor se aferra

a su cinturón de inseguridad

con una lágrima de hilo.

No se acerca.

No piensa

en el cuentakilómetros de la eternidad.


El quitamiedos blindado del futuro.

Tus ojos de autopista clavados en el césped.

¡Mis deseos peatones saltándose un radar!


Amanecer sin tiempo

de coger el autobús para olvidar

los desembarcos desgraciados:

el maletero introvertido

(un envío urgente sin importancia),

un extraño en el asiento de atrás.

Y los mojones…

¡Tan pasados de moda!

La infancia.

La verdad.


Hay un taxi

recorriendo

las vísceras del tiempo

hacia este instante

que tan deprisa acaba

de pasar.


[H&C]


Di, ¿Por qué desesperada?...


http://www.musicalizando.com/catalogo/index_catalogo/poema.php?CatalogoII=761&id_cancion=811



Ni en qué andén, ni en qué parada.




Mi cantar vuelve a plañir:

"aguda espina dorada..."

jueves, 16 de septiembre de 2010

No esta domesticado.. ama la libertad


Había una casa... un poco rodeada de pobreza... cerca de donde yo vivía cuando era joven.... Había en ella.. una cama... unas zapatillas de andar por casa... un libro enorme de poesía. Tenía cuatro puertas... para ver sin ser visto.. para entrar en el mundo.. en vez de salir a la calle.

Cada puerta da al infierno... o a cualquier otro sitio... cada cuadro me envejece... cada vez que no lo miro... los retratos de familia.. desaparecen... los álbumes de fotos nunca dan respiro...

En todas las puertas hay una ventana... con la que ver la coreografía de la realidad del mundo... el movimiento frenético de los coches... el vagabundear determinista de los perros callejeros... el odio... el ruido... las bombas... la repulsión... e intentar mimetizarse... llamar la atención lo menos posible...

Hay también una lampara en cada esquina... para mantener la oscuridad en el centro... y así sentirte especial contigo mismo... preparado para esconderte contra las adversidades..

(S)