miércoles, 30 de septiembre de 2009
.. que tiñe de gris la pradera.. de la insulsa primavera
lunes, 28 de septiembre de 2009
Y cuando me araña las tripas... la zarza de pena que escondo...

para comprobar que seguían
martes, 22 de septiembre de 2009
And we'll make our home in the American land
sábado, 19 de septiembre de 2009
A cualquier cosa le llaman poeta...

domingo, 13 de septiembre de 2009
Just a small town girl.. livin' in a lonely world...

En tu labio inferior..
Hay una mota de polvo..
Con un escrito en ella..
Grabado en letras minúsculas..
Diciendo… que eres una musa…
Y que como alguien te toque..
Tendrá que vérselas con mis amigos..
Diciendo… que eres una musa…
Y que eres menos mía que de todos..
Que solo besas bocas que no te quieren..
Diciendo… que eres una musa…
Y que te necesito..
Para respirar el aire…
Que otros respiran ahora en tu barriga..
Que sin ti me ahogo..
¿Y que.. si me dices te quiero?
Si sabes que no son nada..
Piedras bajo los pies cansados del destino..
Palizas hasta las 10 de la mañana..
Garras que arañan el corazón con sádica lujuria..
Hogazas.. de pan de dos días..
Bloques de hielo que se derriten…
Palabras que Julia nunca creerá cuando sea mayor…
En tu labio no pone que yo te quiera…
..Quizás se intuye..
(S)
She took the midnight train going anywhere
sábado, 5 de septiembre de 2009
El tiempo, mis abrazos, tus braguitas, el tabaco, el miedo y los inviernos...

el mundo va aprendiendo
a amanecer con nuestras manchas
en el monte.
Poco a poco
el horizonte de enebros y retama
se encarama
a nuestros ojos
como un audaz escalador
a sus cerros de cascada.
No falta nada
al espectador sumiso
en otra tarde
que baraja el calendario
con impertérrita elegancia.
Soria abajo,
arriba los colores
solícitos del alba,
como el primer boceto de la felicidad,
el esbozo de la sonrisa que esconden los peñascos.
Aquí se pierde el tiempo
en otra parte,
la luna es el riel de tus pestañas
al otoño
y giran sin volar las hojas secas.
Por dentro nos recorren
cientos de pinedas escondidas
y atrás quedan los cuerpos,
que son basta materia,
cuando cruzas el umbral
de la corriente,
el eco espectral,
el tono exacto
que desliza
sus dedos de cristal
como una vena inmaculada
por su vientre de cándidas esporas,
el manso confluir del manantial
en los recuerdos,
el sonido
que no halla al piso
piedras que lo estanquen.
El río suena a nuevo
desde hace siglos,
la lluvia no hace falta,
los cristales amurallan el sigilo
y en mi fuerte
a mí
me apetece tanto abrazarte
que no sé si escribirlo…
Pero me miro
y naces bajo el agua
y alrededor alumbran los linderos,
encumbrando heridas
y batallas invisibles,
dolores que fueron y duraron
pero que ya,
como esos olmos
que encendía el viejo Antonio,
solamente viven,
eso sí,
para siempre,
en la poesía.
Suspiran los secretos.
Y cierro los párpados
dejando solamente
la hendidura que renueva
tu reflejo.
Poco a poco,
el monte
se encomienda a la luna apresurada
y las laderas
se opacan como familia enemistada.
Y así,
bajo los velos oscuros
de Garray entumecida
me invade la solemne
picadura del delirio,
la tranquilidad
pacífica e intensa
de saber
que en esta tierra
de tantos algodones y betunes,
de tantos cirios y vasijas,
corzos y perdices,
láminas y bloques;
de tantos álamos y olmos,
no queda ya
absolutamente nada
que yo pueda ser,
nada de nada.
[H&C]