jueves, 16 de septiembre de 2010

No esta domesticado.. ama la libertad


Había una casa... un poco rodeada de pobreza... cerca de donde yo vivía cuando era joven.... Había en ella.. una cama... unas zapatillas de andar por casa... un libro enorme de poesía. Tenía cuatro puertas... para ver sin ser visto.. para entrar en el mundo.. en vez de salir a la calle.

Cada puerta da al infierno... o a cualquier otro sitio... cada cuadro me envejece... cada vez que no lo miro... los retratos de familia.. desaparecen... los álbumes de fotos nunca dan respiro...

En todas las puertas hay una ventana... con la que ver la coreografía de la realidad del mundo... el movimiento frenético de los coches... el vagabundear determinista de los perros callejeros... el odio... el ruido... las bombas... la repulsión... e intentar mimetizarse... llamar la atención lo menos posible...

Hay también una lampara en cada esquina... para mantener la oscuridad en el centro... y así sentirte especial contigo mismo... preparado para esconderte contra las adversidades..

(S)

1 comentario:

[H/C]--(S) dijo...

Bueno, me gusta bastante. Es muy íntima pero tiene el punto justo de metáfora y de abstracción para que cualquiera pueda identificarse.
Si me permites una corrección, yo diría cada cuadro me envejece cada vez que no LO miro... si te refieres al cuadro que es lo que yo he interpretado... si no pues nada xD



Y luego un apunte... que me parece a mí pero no sé si será verdad... es un poco raro que empieces en primera persona, pases a una impersonal, vuelvas a la primera persona, otra vez a la impersonalidad (llamar la atención...) y acabas en segunda persona.

Me parecería mejor un cambio más paulatino. Prueba a leer el poema intercambiando la tercera estrofa y la segunda. A mí me gusta más ;)


Genial lo de para entrar en el mundo en vez de salir a la calle. De los mejores versos que has hecho.