domingo, 20 de mayo de 2012

Soy la posibilidad, el después...






¿Qué es infinito
y a la vez se va agotando?


¿Qué mengua con la luna
y crece en el silencio?


¿Qué endurece mis huesos
y me embadurna los sesos
con todos los besos 
que se me escaparon?


¿Qué moldea mis vértices
y me hace manso?


¿Qué está en el arte y en el agua?
¿Qué está en la lluvia y los recuerdos?


¿Quién inventó la memoria?
¿Quién inventó los deseos?


El tiempo… el tiempo.

(S)

1 comentario:

[H/C]--(S) dijo...

No me gusta que metas una parte con rima tan marcada en un poema que por lo demás sólo tiene tu típica cadencia asonante al final de los versos... me suena muy raper xD Esa estrofa es de canción totalmente (y es una estrofa muy buena para una canción, porque además es melódica); pero creo que en el poema desentona. Aunque entiendo que semánticamente es necesario para el poema. De hecho es cojonudo, como estrofa es la mejor, pero no me pega.

La que no veo necesaria es la segunda estrofa. Creo que no aporta nada.

Me gusta mucho la primera porque me parece una pregunta muy buena y muy ingeniosa para captar la atención del lector. Y el final también, las preguntas del final.

Yo quitaría lo de "me hace manso". Dejaría sólo lo de "qué moldea mis vértices"... ¿Sabes qué pasa? Que muchas veces cuando pones una imagen al lado de otra, la eclipsa. El lector no se fija en la otra o no le aporta nada y todo lo que al lector no le aporte nada es superfluo. Y lo de qué moldea mis vértices es muy potente, porque además ¿Qué otra cosa hace el tiempo? Y creo además que lo de me hace manso ya va un poco implícito. La pregunta tiene más fuerza si se lo quitas.

Y otra sugerencia... aunque de esta ya no estoy tan seguro... ¿Has probado a quitar lo del tiempo del final, dejar la adivinanza sin respuesta o ponerle un título sugerente en su lugar? Así sí que podrías dejar la segunda estrofa, porque la poesía estaría mucho más abierta.

En fin... tantas posibilidades...

¡Besos!