martes, 3 de noviembre de 2009

No sé cuánto tiempo habré perdido...



La niña triste está triste.
Cada vez que le recuerdan a sus ojos
las cuentas de metal
que hunden su rostro
se le enciende un corazón
en algún punto del misterio.
Se peina con agujas engastadas
y ve pasar los días como trenes
a la sombra del colegio.
Finge que te habla.
Asiste a su vida.
Espera a la esperanza.

La niña triste entiende del sufrimiento
mucho menos
de lo que sabe del olvido.
Monologa con el humo que la invade
sentada en aquel banco de la esquina
en el arcén donde derrapa mi mirada
por las tardes.
A veces le preguntas
si sabe dónde está
o a quién espera
y, sin despegar los labios,
sin mover ni conmoverte,
concibes que ella sola es la repuesta.
Comprendes y enmudeces.
Sin callar,
solamente imitas su silencio.

La niña triste se llama
Marta
o Marina
o Carlota.
Pero no es Marta
ni Marina
ni Carlota.
Cuando abandona
la sombra pírrica
del sauce que le llora en el colegio
ni siquiera es una niña.
Es un trozo de persona,
algo así como un enser
que estorba en plena calle,
y que hay que apartar hacia una esquina
para no tropezar con su mirada.

La niña triste juguetea con su cadena
bruñida de esperanzas,
rota por los dos costados,
hasta que un coche la aparca
en otra acera.
En otra alma.

A las impuntuales cinco de la tarde,
Mamá triste
se lleva a la niña triste al universo
y te libera
del mágico desdén de contemplarla.
Pero no le recompone la sonrisa
ni a nosotros la conciencia.
Apartas la vista
de un reguero de sangre que fluye finamente,
más escuchas su murmullo.
Y caen dentro de ti las gotas secas.
La niña triste existe
día tras día
sin descanso.
Y día tras día
su madre la recoge
como se recogen las sandalias
después de una resaca.
Vive donde no van a llegar los pensamientos
y siempre vuelve a casa,
día tras día.

Vivimos en un mundo donde es difícil recuperar la alegría.

[H&C]

7 comentarios:

Lady Day dijo...

La mejor que he leído en mucho tiempo. Cada verso mejor que el anterior.
"Pero no le recompone la sonrisa
ni a nosotros la conciencia."
y "como se recogen las sandalias
después de una resaca."
No tiene ninguna pega.
Congratulations de verdad.

Jezabel Montenegro dijo...

Joder que buena
Besos

Cinderella dijo...

Me encanta :)

Punto cuadrado dijo...

Y tú echándola por tierra.... eres idiota.

:)

... dijo...

Una casualidad me trajo hasta este poema y wow! me quede fascinada con estos versos...Aplausos!

Mj�lnir dijo...

Muy bueno :D

Unknown dijo...

wow !!! en realidad te llega!!! me encantó, la imagen me trajo al poema y creo que es muy bueno, es hermoso de una manera muy real, muy introspectiva... todos somos esa niña triste algua vez, todos la vemos y enmudecemos... que talento!!!

http://alexahallywell.blogspot.com/