lunes, 30 de agosto de 2010

No eres de la forma que te quiero dar...



Cuando me coloreas

de este gris

eres un tanto injusta.


Te fijas sólo

en cosas que la belleza no repara.


Los muslos insumisos,

las puertas hoscas,

los instantes que no se viven.


Y las cartas

que dejan boca arriba

los muchos que nos faltan.


Y los lunares amplios de nuestra soledad

que no llenan su cuerpo.


Te fijas sólo en cosas

que la belleza incluso empeora,

como hieren las uñas

gigantes que nos salvan.


En fin,

no me entusiasma

tu terco cromatismo;

no me entusiasma.


Porque no sólo hay besos

pintados sobre bocas

trazadas a retazos

y domingos feriales

con radiantes carpas.


También el negro

que aíslas como un paria en la paleta

por miedo a que enturbie

tu arcoiris celeste

te cierra los párpados cuando lloras

porque un color te falla.


Y te vas.

Y olvidas.

Y siempre esa sonrisa

angustiosamente ocre...


¿Por qué este gris?

¿No hay suficiente con el negro

del kilométrico alquitrán bajo tu blanco?

¿El azul de los pañuelos

envueltos en las yemas de tu blanco?

¿El marrón de las maletas

temblando en las argollas de tu blanco?


La tristeza multicolor

de no ubicarte...


La tragedia en blanco y negro de ser luz

entumecida en tus pupilas

de un color no descubierto.


[H&C]


Mi infancia y su perfume a pájaro acariciado.



La que canta para no llorar.

http://www.youtube.com/watch?v=k5B9F7lRwPo







Busco y comparto amanecer.

1 comentario:

Punto cuadrado dijo...

A mi me duele, por mucho que me digas tranquila cariño.

Por lo demás, deberías dolerme más a menudo. Todas las vanguardistadas que hago/digo se merecen un poquito de karma.


Karma, quillo, karma. Er soul zale aquín iguar que allín. Y es un p*to bus.



Poersona.
(Y que me sobra todo lo que va después...)